Botellas con bomba tradicionales
Tradicional dispensadores de desinfectante para manos , introducidos inicialmente como botellas con bomba, tienen una larga historia que se remonta a varias décadas. Estos primeros dispensadores presentaban un mecanismo simple en el que los usuarios presionaban manualmente una bomba o palanca para dispensar desinfectante en sus manos. Si bien eran rudimentarios para los estándares actuales, estos dispensadores desempeñaron un papel fundamental en la promoción de la higiene de manos. Se encontraban comúnmente en hogares y pequeñas empresas.
Sin embargo, las botellas con bomba tradicionales tenían varias limitaciones:
Riesgo de contaminación cruzada: estos dispensadores requieren que los usuarios toquen la bomba, lo que podría provocar contaminación cruzada si varias personas usaran el mismo dispensador sin desinfectarse las manos primero.
Capacidad limitada: Las botellas con bomba tradicionales tenían una capacidad finita y necesitaban rellenarse con frecuencia, lo que las hacía menos adecuadas para áreas de mucho tráfico.
Dispensación inconsistente: la cantidad de desinfectante dispensado con cada bomba varió, lo que provocó un posible desperdicio o una cobertura inadecuada de las manos.
Dispensadores sin contacto
La necesidad de mejorar la higiene y el deseo de mitigar las deficiencias de las botellas con bomba tradicionales impulsaron el desarrollo de dispensadores de desinfectante para manos sin contacto. Estos dispensadores revolucionaron la forma en que las personas acceden al desinfectante para manos:
Tecnología de sensores: los dispensadores sin contacto están equipados con sensores infrarrojos que detectan la presencia de manos. Cuando un usuario coloca sus manos debajo del sensor, se dispensa automáticamente una cantidad predeterminada de desinfectante. Esta operación sin contacto minimiza el riesgo de contaminación.
Operación higiénica: Los dispensadores sin contacto están diseñados para eliminar la necesidad de contacto físico, reduciendo el potencial de transmisión de gérmenes. Esta característica se volvió especialmente crítica durante la pandemia de COVID-19, cuando las prácticas de higiene estaban bajo intenso escrutinio.
Funcionamiento eléctrico o con batería: Los dispensadores sin contacto pueden funcionar con baterías o conectarse a tomas de corriente. Esta flexibilidad garantiza un funcionamiento fiable en diversos entornos, incluidos aquellos sin fácil acceso a fuentes de energía.
Dispensadores de pared e independientes
Los dispensadores de desinfectante para manos vienen en varias configuraciones para adaptarse a diferentes entornos y casos de uso. La distinción entre dispensadores de pared y dispensadores independientes es particularmente relevante:
Dispensadores de pared: Estos dispensadores están fijados permanentemente a las paredes, lo que los hace ideales para áreas de mucho tráfico como baños públicos, entradas de edificios y pasillos. Ahorran espacio, promueven una higiene de manos constante y requieren relativamente poco mantenimiento. Los dispensadores montados en la pared suelen contar con depósitos o cartuchos recargables para un reabastecimiento eficiente.
Dispensadores independientes: Los dispensadores independientes, como su nombre indica, no se montan en la pared y normalmente se colocan sobre soportes o en lugares convenientes. Ofrecen mayor movilidad y flexibilidad, lo que los hace adecuados para configuraciones temporales, eventos y lugares donde el montaje en pared no es práctico. Los dispensadores portátiles independientes también son comunes y se pueden mover según sea necesario.
El dispositivo impermeable de segunda generación puede evitar mejor salpicaduras de agua y garantizar la seguridad de la batería. Los materiales de alta calidad hacen que la máquina tenga un mejor efecto de absorción.
Ampliamente utilizado especialmente para niños:
Dispensador de jabón ideal sin contacto y sin espuma para inodoro, baño, cocina, oficina, escuela, hospital, baño o mostrador. El diseño crea más diversión y hace que a los niños les guste lavarse las manos.